En un clima cálido el aire acondicionado del coche es un elemento fundamental de confort. Este, además de enfriar el aire del habitáculo, también elimina malos olores, reduce la humedad del interior del coche y purifica el aire.
Se trata de un circuito cerrado en el que circula un gas refrigerante se comprime y se descomprime de forma que absorbe el calor y libera aire enfriado al habitáculo, limpiando este aire de impurezas.
El esquema básico de un sistema de aire acondicionado está formado por: un compresor, un condensador, un sensor de temperatura, un ventilador, gas refrigerante y un evaporador.
A medida que el sistema envejece, pueden surgir problemas que afectan su rendimiento. Entre los problemas más comunes, nos podemos encontrar la falta de refrigerante, fugas del sistema, un mal funcionamiento del compresor o problemas eléctricos.
Vamos a analizar en qué consiste la reparación del aire acondicionado del coche y cómo podemos mantener este sistema en buenas condiciones.
Puede haber una pérdida gradual de refrigerante. Y si el nivel es bajo, el rendimiento del aire acondicionado será menor. En este caso, la reparación consistirá en localizar y reparar la fuga. A menudo se detectan mediante la aplicación de tintes UV que se mezclan con el refrigerante y se vuelven visibles bajo luz ultravioleta. Estas pueden darse en varias partes, como mangueras, conexiones o el propio evaporador. Una vez localizada, se realizará una nueva recarga según las especificaciones del fabricante del vehículo.
El compresor es la parte más esencial del aire acondicionado pues es el responsable de comprimir el refrigerante. Si este falla, será necesario repararlo o reemplazarlo. Un compresor defectuoso presenta ruidos inusuales, una falta de enfriamiento y fugas de aceite a su alrededor. El cambio de este elemento es una reparación más laboriosa.
El filtro es el responsable de filtrar el aire que entra al sistema de aire acondicionado. Con el tiempo, puede acumular polvo reduciendo la eficiencia del sistema y afectando la calidad del aire en del habitáculo. Limpiarlo o reemplazarlo es una parte esencial de un buen mantenimiento del aire acondicionado.
El sistema de aire acondicionado también cuenta con componentes eléctricos, como sensores e interruptores.Estos elementos también pueden causar fallos en el sistema. En este caso se debe revisar la integridad de los cables, conectores y componentes eléctricos y así garantizar un funcionamiento adecuado.
En cualquier caso, para evitar problemas costosos en el futuro, llevar a cabo un mantenimiento preventivo es la mejor de las acciones. Esto incluye la limpieza regular del sistema, la inspección de mangueras y conexiones, y la verificación de niveles de refrigerante. Estas pueden ayudar a identificar problemas antes de que se conviertan en averías mayores.
Realizar un uso adecuado del sistema de aire acondicionado también es esencial para su durabilidad. No sobrecargar el sistema con refrigerante, no forzar el compresor y apagar el sistema antes de apagar el motor son prácticas que contribuyen a mejorar la vida útil del sistema.
